La laborterapia
forma parte de la terapia ocupacional y es uno de los muchos métodos
terapéuticos que utiliza esta disciplina
para mantener, rehabilitar o reeducar aspectos físicos, mentales o sociales del
individuo. Para realizarla, es necesario que las distintas actividades que se
realizan en el taller, sean desglosadas en pasos para observar los diferentes
factores que las componen que pueden ser:
·
Sensoriales (estímulos
táctiles, visuales, auditivos, propioceptivos, orientación espacial).
·
Neuromusculares (tono, fuerza, resistencia, control
postural)
·
Motores (coordinación motora gruesa y fina, las praxias, coordinación oculomanual) · Cognitivos (orientación, memoria, secuenciación, resolución de problemas, iniciación y finalización de la tarea).
· Sociales (expresión, habilidades interpersonales, cooperación).
Una vez analizadas
éstas, es imprescindible contar con las
capacidades y los gustos del paciente: no todas las actividades son igualmente
válidas para todas las personas por lo que habrá que adaptarlas en complejidad
evitando la frustración o la ansiedad, y teniendo en cuenta su situación actual (no por haber realizado
una actividad durante toda su vida significa que pueda seguir haciéndola ahora).
Sólo así, lograremos alcanzar el objetivo rehabilitador propuesto y crear cosas
tan bonitas cómo las que os mostramos a continuación.
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